Me hice adicta a tus besos, a tu piel, mirada, voz y cuerpo, no entiendes que estoy impidiendo acostumbrarme para así cuando todo acabe, no tener que extrañarte por cada cosa que de ti me hice adicta sin poder zafarme.
Acostumbrarme a tu cuerpo cálido y tus brazos fuerte, cuando me abrazas, es algo que cuando no lo tenga me hará perder la calma.
A tu mirada profunda con tus ojos oscuros, que hacen que sienta que frente a ti tengo el cuerpo desnudo, no es algo en lo que de repente pueda olvidarse.
Acostumbrarme al sabor de ti, a cada beso que me das, a cada momento en que te toco haciendo que tu virilidad se note, que en algunos casos mi boca busca hasta hacerte quedar en ella y hacer que todo lo que me das baje ligeramente por mi garganta, no es un sabor que se me quite bebiéndome un vaso de agua.
No acostumbrarme a todo eso, es lo que me permitirá que el día que llegue el momento pueda dejarte ir, sin temor ni resentimiento.
Acostumbrarme a ti, es lo ultimo que quiero.
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