martes, 19 de abril de 2016

La dama

Era de un color resplandeciente y sutil a la vez, sus ojos posados a los de ella que estaban distanciadamente cerca, era una luz que llenaba de paz sus rostros, eran besos largos y otros cortos, con cuanta gracia los tenía cautivados, es que era única, hermosa  y mostraba su amor descarado, andaba por el mundo presentándose a todos sin sentir ninguna vergüenza sin remordimientos ante sus ojos.

Cuantas veces se pasaron la noche desvelándose para contemplarla, sumidos en la tristeza de no poder alcanzarla.

Era ella la razón por la cual ellos se juntaban, es que sin darse cuenta estaban enamorados de la misma dama.

viernes, 8 de abril de 2016

Cómo instrumento

Cómo instrumento que toca el músico dándole notas a sus letras, así era él, con una voz suave que seducía a cualquiera.

Estaba posado a su izquierda mientras tocaba para ella, eran cortas demostraciones que hacían que ella se humedeciera, cerraba los ojos y pensaba que estaba en otro lugar, quería ser ese instrumento que él acariciaba sin parar.

¡Oh! cuanto he deseado estar en un verso de los tuyos, de esos que digan mi nombre en fracciones de segundos, que nadie lo entienda, que nadie lo sepa, que el deseo mutuo se describa en solo letras. 

Cómo si fuera un instrumento quiero que toques mi cuerpo entero. 





jueves, 7 de abril de 2016

Desconocidos

¡Quiero plasmarte en una hoja de papel!

Cada pensamiento que tengo hace que se erice mi piel... Esa sensación que recorre todo mi cuerpo cuando recuerdo tus labios en mis senos, tu piel junto a la mía, el calor que emanaba nuestros cuerpos vaporizando de una u otra forma la habitación.

¡Que ganas de perder el control tenia con cada caricia que me dabas!, no podía concentrarme porque había perdido la razón, solo quería sentir el cuerpo tuyo sin pensar en el tiempo ni la situación.

Dos desconocidos que estaban de frente en una posición, cadera con cadera, piernas entrelazadas y un deseo mutuo.

¡Con cuantas ganas me he quedado!, el instinto me falló, besos que han quedado en desventaja, y un orgasmo que no concluyó.

Tomarte como si solo fueras la única agua que está a mi disposición, disfrutar del clímax contigo aunque seamos dos desconocidos.

Ser la musa para que me toques como si fuera un instrumento, sonidos suaves que terminen en gemidos, que cada embestida sea prueba de las ganas que nos tenemos.


Y es que no solo mi cuerpo quiere sentirte, es que mis labios quieren que los bautices.