jueves, 31 de octubre de 2013

Cerveza a domicilio.

Está ella en el bar, mirándolo a lo lejos, esperando a que él haga el movimiento y ella poder acercarse para tomar su orden, y llega ese momento en donde ella se le acerca, él sin levantar la cabeza le pide lo que quiere mientras que ella esperanzada esperando a que él se de cuenta y por un momento crucen las miradas...

Está todo ese movimiento en el lugar, él sale de este, ella tiene su orden en la mano y le pregunta a su supervisora que debe hacer (Es obvio que es nueva) en este caso cuando en su mano tiene una cerveza que él a pedido de urgencia, su superior le dice: "si a salido del lugar llevasela donde él está no se puede calentar, y si a de ser así que sea en sus manos"; ella ni corta ni perezosa sale a buscarlo y lo ve caminando en el parqueo que estaba justo al lado del local.

Y ahí está él, dentro de su carro buscando algo, y ahí mismo estaba ella poniendo encima de la capota su cerveza, ella sin miedo ni vergüenza dice: "Cerveza a domicilio para el Señor"... No se sabe si fue que él se heló pero algo dentro de él se estremeció, ella con sus ojos no tan grandes pero si llamativos lo miraba con deseo y pasión, él no se había dado cuenta de su belleza que se resaltaba por la luz tenue de la noche.

¡Qué mas da!... Pensaba ella en su interior, le dijo permiso y se sentó en la parte trasera de su auto, mientras que él dándose un trago de cerveza se pregunta ¿que quieres de mi pequeña camarera?... Ella le dice entra, él se pone adelante y se queda mirando que va a pasar en eso ella se quita la blusa y le comienza a explicar, que él es el hombre que ella desea y que no importa su trabajo quería que el la hiciera suya.

Mientras se va quitando cada pieza y él solo ve entre sombras su desnudez él se da cuenta que es mas bella de lo que se ve, no se piensa en si es puta solo piensa en que esa belleza quiere ser tocada por el, se abalanza sobre ella, pegándose de su vientre, besando su ombligo, apoderándose de sus senos y haciéndose dueño de su cuello, mientras que con sus manos va tocando todo su cuerpo, así todo se va tornando de otro color, ya no es algo tranquilo, de un color pastel, todo se va poniendo rojo pasión, sus besos se hacen mas intenso, su respiración se acelera al mismo ritmo que su desesperación, cada movimiento es una odisea pero no importa porque se han olvidado que él es el desconocido y ella es la camarera... No falta mucho para que lleguen al clímax cada uno se olvida de si mismo por unos segundo, sus cuerpos se tensan mientras se van tranquilizando y cada uno sonríe pensando en lo que ha pasado. 

Y así fue la historia de esa chica que cada día se levanta y se pregunta si de verdad esa noche en el bar, fue capaz de satisfacer sus deseos, con aquel desconocido a quien le llevo hasta afuera su cerveza a domicilio. 


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