Estamos aquí solamente tu y yo en la sala de mi casa, con el nerviosismo disfrazado de tranquilidad esperando a ver que va a pasar.
Nos miramos como si no nos conociéramos, como si nunca hubiéramos hablado, pero es difícil de explicar ya que hay una atmósfera a nuestro alrededor que no es precisamente de amistad. Me preguntas que me pasa y te digo que nada, te pregunto lo mismo y me dices que te diste un susto con la gata que te paso cerca sin darte cuenta.
Seguimos buscando que hacer, entramos a la cocina, vemos que hay para hacer, luego nos antojamos de algo sencillo pero que aun así faltan ingredientes para hacerlo. No queremos ir al colmado así que optamos por el delivery, mientas esperamos por el, vamos preparando lo que tenemos a mano.
En la cocina estamos todavía con la incomoda sensación del porque este aura nos quiere envolver en una pasión prohibida y desenfrenada. Cuando pensamos que la incomodidad y el nerviosismo nos hará explotar en ese mismo instante llaman a la puerta, por fin el delivery ha llegado!
Prendemos el radio, ponemos la música que nos gusta, y nos adentramos a la cocina, de repente el nerviosismo y la incomodidad se desvanece al compás de la música y de nuestro karaoke desafinado. esta casi todo listo, preparar una pasta es fácil y rápida cuando se tiene hambre, pero cuando pensamos que nada podía ser peor o ¿mejor?.... llega esa sensación otra vez.
Estamos en el piso frente a frente, ya terminamos de comer, hablar y reírnos de nuestras estupideces, cuando de repente nos quedamos mirando fijamente, nuestros ojos se perdieron y nos olvidamos de todo a nuestro alrededor, cuando de un momento a otro te abalanzas sobre mi y me besas.
Cuando siento tus labios en los míos no puedo rechazarte y te sigo, así como te abalanzaste para besarme, diste un brinco y te quitaste, yo sonrió un poco emocionada por el beso, tus sigues con nervios cuando me paro a llevar los platos a la cocina, estoy en ella cuando te siento detrás de mi, te acercas, me abrazas desde atrás, mientras que lentamente me ayudas a poner los platos en la meseta, te posas en mi cuello llegando hasta mi oreja, morderla, y decirme al oído de cuanto me deseas.
Me volteas hacia ti, me miras y me besas, pero lo haces con miedo por temor a nuestra amistad, te digo no tengas miedo hazlo, yo estoy aquí aprovechame.
Me estas quitando el aliento con cada beso que me das, tus manos siguen recorriendo mi cuerpo, me quitas la blusa, me observas, siento tu desesperación al mismo tiempo que tu respiración, me miras mientras me quitas el brasier, me mueves un poco, me cargas y me pones encima de la meseta, te pones en medio de mis piernas y te apoderas de mis senos, yo arqueo un poco la espalda haciendo que el seno que tienes en tu boca se pierda en ella.
Paras y me miras como pidiendo ayuda, me bajo de la meseta tomando mis cosas del piso mientras me río, te tomo por un brazo y te llevo para mi cuarto.
En el sigues temblando, te pregunto si quieres jugar, con la cabeza baja me dices que ya el juego empezó, aunque sabes eso era lo que faltaba por escuchar para entrar en el terreno.
Te agarro y te lanzo a mi cama, me subo encima de ti, te beso, te quito la blusa y comienzo a jugar con tu cuerpo. Te voy besando el cuello, pecho, vientre haciéndote cosquillas, te quito el brasier, tus senos son mas grande que los míos pero siguen siendo bonitos.
Comienzo a jugar con ellos en mis manos, sigues temblando pero esta vez no es por nervios sino por el placer que te estoy provocando. Seguimos entre besos y caricias y mientras pasaba todo eso nos quedamos con tan poca ropa, solo resumida en la parte inferior!
Estas encima de mi, por mi flexibilidad puedo levantar la pierna y con ella quitarte lo único que te queda, pero me dices que no! que aunque sea la primera vez yo soy la que recibirá de ti el placer.
Vas bajando, cuello, pecho abdomen, hasta llegar a mi bajo vientre, con delicadez me quitas mi ropa interior y no paso un segundo cuando sentí tus labios junto a los míos. Solo fue cuestión de momentos cortos para que me llevaras al orgasmo, mi cuerpo se arqueaba hasta que se tranquilizaba, no se de donde saque fuerzas pero antes de que te dieras cuenta cada una estaba al contrario de la otra, un placer es asombroso pero doblemente es maravilloso.
Te llevo a la puerta te despido después de todo, te vas un poco avergonzada, antes de irte tomo tu mano te abrazo, te beso la mejilla y te digo tranquila.
Entro en mi habitación, me tiro en la cama boca arriba, siento que alguien llega, abro los ojos y me quedo pensando ¿sueño, realidad o estuve fantaseando?
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