Complicidad...
Y de la noche a la mañana, de un momento a otro sin discutirlo mucho te has convertido en mi cómplice.
Cómplice de esas miradas que nos damos, capaces de delatarnos.
Cómplices de aquellas sonrisas que esconden nuestras historias mas picaras de pasión.
Cómplice de esos suspiros que damos cuando nos recordamos de esos momentos en donde nuestros cuerpos se compenetraron.
Cómplice de que nuestros labios se hayan tocado, comenzando nuestras lenguas a jugar sin que seamos capaces de parar.
Cómplice de esos pensamientos que viene rebozando de deseos.
Pero de lo que te has hecho cómplice ha sido de mi cuerpo, que solo espera por el tuyo, mis manos están preparadas para acariciarte, mis labios para besarte, mi cuerpo para rodearte y mis piernas están abiertas esperándote a ti para regocijarte entre ellas, mientras que con cautela tu me brindas el placer mas grande, que es hasta capaz de embriagarme.
Te has vuelto cómplice de todos esos placeres que solo nuestros cuerpos pueden darse.
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