Estaba sentada en medio de sus temores y deseos, pensando
que aquel amor había consumido hasta sus pensamientos, se había robado su
pureza y se había aprovechado de su inocencia.
Ya no era tan joven como pensaba, ya no era tan virgen como
quería, ya no era tan pura como parecía, algo había cambiado, ya no era la
misma, antes no sentía miedo, antes todo era perfecto.
¿Y qué había pasado con ella que ya no se sentía la misma?, había
entregado sus sentimientos, cuerpo y ser, dependiendo de su respiro, volviéndose
parte de otro, olvidando por completo su entorno.
Su existencia estaba limitada a la sonrisa de quien amaba.
Ya no era ella, solo era su dependencia.
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