Y ahí estaba ella, sentada en el lugar de siempre, sola, esperando a que él vuelva, no le quedaba de otra que darse un sorbo de café, suspirar su nombre y volver a pensar en él.
Ahí estaban ella y sus demonios acordándoles cuanta veces ha fallado, cuantas veces a perdido lo anhelado.
Ahí estaba ella ahogando un grito, ahogando sus sentimientos mas profundos, tratando de ser pero no estar, buscando la felicidad en medio de la tristeza.
El café se enfriaba mientras ella pensaba qué estaba mal, qué había hecho o dejado de hacer, cual era la razón del porque si lo quería no lo podía tener.
Pensando en qué arma utilizar, analizando los recuerdos que le quedaban, sufriendo por dentro porque algo la quemaba.
Ahí estaba ella pensando, porqué ya él no la amaba.
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