martes, 19 de abril de 2016

La dama

Era de un color resplandeciente y sutil a la vez, sus ojos posados a los de ella que estaban distanciadamente cerca, era una luz que llenaba de paz sus rostros, eran besos largos y otros cortos, con cuanta gracia los tenía cautivados, es que era única, hermosa  y mostraba su amor descarado, andaba por el mundo presentándose a todos sin sentir ninguna vergüenza sin remordimientos ante sus ojos.

Cuantas veces se pasaron la noche desvelándose para contemplarla, sumidos en la tristeza de no poder alcanzarla.

Era ella la razón por la cual ellos se juntaban, es que sin darse cuenta estaban enamorados de la misma dama.

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