Te soñé en el momento en que mi cuerpo estaba en reposo, estando a mi lado como Dios te trajo al mundo, eras un Adán en mi paraíso, el árbol prohibido el pecado cometido. Te veía como si fueras un Adonis, te contemplaba sin importar si era de día o de noche.
Y te soñé cuando mi pecho se calentaba al querer sentir tus dedos, tu boca que recorría todo mi cuerpo, mis piernas que se abrían con solo pensar que podríamos estar haciendo.. Era el momento justo para tenerte completo, te soñé cuando estaba caliente, húmeda y con deseos.
¡Es que con ganas te desee en mis sueños!
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