Quiero tomar tu boca así tal cual se toma agua refrescante en momentos de calor.
Tu boca colorida como las cerezas, dulce como la miel y tan suave como el algodón, es aquella boca que me lleva a la desesperación.
¡Cuantas veces he deseado besarte con fervor!, no sabes lo que provocas y no culpes a mi imaginación.
Es que tu boca es aquella que me incita a pecar, es como el fruto prohibido que yo quiero probar.
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