Se sentó a buscar sus recuerdos en un momento de
vulnerabilidad, su peor error fue lo que vino a encontrar.
¡Maldito error! Que se ha dado el lujo de vivir, esa llaga
de vergüenza, ese malestar de suciedad, ese error que de alguna manera dejará
marcas en su forma de pensar. Porqué entregarse a esa persona tan débil de espíritu,
tan cobarde de sus emociones, tan estúpido y tan poquito, tan soberbio y poco
hombre.
Está mal escribirle de esa forma y aun lo sabía, pero lo que
más le molestaba es que cedió compartir con él para no sentirse vacía... y ahí
estaba el error, buscar a alguien para que solo haga compañía, ese era el peor
error que a ella le carcomía.
Entregarle una sonrisa, un beso, una pasión eso era algo
común en ella y eso a él no le importó.
Buscando en sus recuerdos se dio cuenta, que él fue su peor
error.